jueves, 12 de febrero de 2009

Efecto secundario

Sin palabras, ni silencios;
con gritos y vacíos;
entre risas y mentiras,
camino y pienso sin sentido,
sin razón en tu recuerdo
yaciendo efímero en las noches de enero;
noches libres y agobiantes;
noches de desvelos y develos,
envueltos en el insomnio de un poema,
esculpiendo versos a parpadeos
mientras la distancia nos aleja.


No te puedo tocar,
ni tu a mí.
No te puedo besar,
ni tu a mí.
Sólo queda el recuerdo de tu aliento,
el sabor de tus besos bajo la luna;
tabaco que me hacía perder la cordura.
Al fumar vienen los recuerdos de una locura,
el renacer de tus manos en mi cintura.
Si me lo contaran no podría creer
que de esta forma te llegué a conocer.

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