miércoles, 4 de febrero de 2009

...

Hoy no hay ganas,
no hay ni luz, ni sobras.

Esta noche no hay personas ni fuentes,
no está tu voz mientras mientes.

Tu presencia es muda
y mis ojos son sordos.

Carecen las caricias lejanas,
aquellas que aparecen bajo sábanas.

No estás tú y tampoco tus ojos,
se fueron tus manos,
mas bien creo nunca llegaron.


Tras tu sombra está el reflejo
del recuerdo de la noche,
cuando mis muslos eran espejos,
marcos de tus sueños y derroches.

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