Hablar contigo es la llave que abre
y clausura puertas.
Hablar contigo es volver al pasado
y no querer regresar al presente.
Hablar contigo es una condena;
la resignación de no tenerte.
Hablar contigo es romper mis reglas
y dejarte entrar en mi espacio.
Es deseable, imcomprensible e insoportable;
es encarar la amarga realidad
cuando en tu boca sólo está
aquella a quien dices amar
y por quien me lograste olvidar.
viernes, 8 de agosto de 2008
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