jueves, 18 de diciembre de 2008

Todo por miedo

Y fue ahí cuando comprendió lo que había perdido. Se quedó helada en el momento y el lugar, mientras Lucía la sacudía para que volviera en razón.

Ana se levantó de la cama y sólo atinó a caminar hacia la ventana, contempló al sol ponerse, sintiendo como el pecho se le contraía y un grito deseperado se ahogaba en su garganta.

-¿Cuándo volverá?- preguntó Ana
*Creo que no has entendido lo que te dije. -Le respondió Lucía a la vez que se acrcaba a ella y colocaba una mano sobre su hombro.
¿Tomaste tus pastillas?
-No las necesito.
*Bien sabes que no es así.
-Tú no estás en mi cabeza, no me digas que hacer.
*Cierto, tú más que nadie sabe que debe de hacer y cuando, por eso te retractaste y nunca acutaste.-le encaró Lucia de manera sarcástica.

Ana se quedó en silencio y se volvió para mirar a Lucía, nada se escuchaba. Ana salió de su habitación y no dirigió palabra a su acompañante, sólo pensaba como le encararía a Fernando el hecho que se hubiera ido sin despdirse.


Lucía bajó a la cocina y sentada en el comedor de diario encontró a Ana. Esta la miró y le dijo:
-Sabes que quisiera. Quisiera retroceder el tiempo. Volver a ese verano y darme cuenta de lo que tenía frente a los ojos; no distraerme con otras situaciones ni personas; no cerrarme y haber detenido la contrucción de la barrera.- Confesó con lagrimas e impotencia en los ojos.
*Lamentablemente perdiste la oportunidad. Pero no todo fue una distracción, también aprendiste mucho, aunque no todo terminó como lo predijeron. Eso no lo convierte en un total fracaso.
-Pero lo bueno de las partidas es que tienen un regreso. Sólo queda esperar.
*Sigues sin entender, no pense en la necesidad de repetirlo.
-Recuerdas cuando...
*No cambies de tema.
-Hablé con él por horas en la terraza de mi casa; el tiempo parecía detenerse, pero pasaba muy rápido, fue como un parpadeo.
*No lo recuerdo.
-Sí!, te tienes que acordar, fue el día de la reunión de Carlos. Yo me quedé hablando con Fernando; era una de las primeras veces que conversabamos tan largo y..
*El no fue Ana y tu tampoco, justo ese día fue cuando..
-Cuando qué?
*Cuando pasó
-¿Qué pasó Lucía?- preguntó sorprendida y desorientada.

Lucía miraba el piso y no sabía cómo empezar otra vez con la explicación. Todo se había tornado delicado desde que Ana le dijo que no había tomado las pastillas. Coloco ambas manos sobre su cabeza, respiro profundo y pensaba en la mejor respuesta para Ana.

-Ese día se fue con Daniela, eso fue, no?
*No.

Ana trataba de recordar. Pero de sólo emncionar el nombre de Daniela sentía que la sangre le hervía.

-A veces quisiera saber porque el miedo me congela de esa manera. Porque no puedo mirarlo a los ojos; porque todo es más fuerte que yo. No solo me detiene sino me hace olvidar todo y vuelvo a cometer el mismo error otra vez.
Por favor dime que ocurrió.
*Hubo un accidente, tú estabas en su carro. La camioneta se destrozó. Tú saliste herida y tu cerebro fue el que más sufrió con todo el golpe..y..
-Y Fernando?
*Esto fue hace 3 años Ana y...
-Y Fernando???
*Tu estabas discutiendo con él en ese momento y estuviste en coma por un tiempo, por eso debes de tomar tus pastillas y..
-Carajo, no me cambies de tema y repondeme!!
*Él murió Ana, murió.

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