Aunque a veces sea difícil
y el vacío del alma sea muy grande.
A pesar de las caidas,
porque siempre hay hombros sobre los cuales apoyarse.
Con todas las fuerzas,
cuando te recuerdo.
Para alegrar tu mañana
y robarte una sonrisa a ti tambien.
Sin miedo ni reparo,
como si fuera la última vez.
Como una tonta enamorada
o la más cuerda de las observadoras.
Cada vez que contemplo lo que la vida me ha entregado
y lo afortunada que soy de experimentarlo.
Siempre y sin razón,
porque cada momento es el indicado y los motivos sobran.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario