sábado, 27 de septiembre de 2008

El dilema de la rutina conformista

Cierro los ojos e intento mirar,
con mis manos toco mi rostro e intento recordar
como era ese sentimiento
que te estremece y te tranquiliza,
que te llena y te vacía sin avisar;

No lo logro, la memoria es débil.
Ha pasado ya el tiempo y
ha aniquilado la claridad del recuerdo.

Aun nada lo sustituye,
nada lo revive.
la sensibilidad se congeló
y las puertas se cerraron
el miedo vuelve y sólo de ilusiones se vive

La impaciencia se ve en la espera,
eterna y amenazante
que entrena y nunca enfrenta,
que busca y huye
que acompañada se sueña
pero sola se queda.

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