lunes, 25 de mayo de 2009

Encara

Tras al fin poder ver el día,
llegó la noche sin avisar,
cayo derrepente, de imprevisto,
mas ahora no se donde te he visto.

Tal vez fue un sueño, o una pesadilla,
una sensación pasajera y austera
que mi respirar ascelera,
mis suspiro se cortan por el reloj y sus manesillas.

Mi significado no lo conozco
cada noche cambia tu rostro
ningun espejo te reconoce
solo mis manos te conocen.

Porque no se despegan los deseos de los brazos
y mi piel se estremese con tus trazos,
de acuarelas gastadas e inconclusas,
de las cuales mi vacío es su musa.

¿Cómo se da un destierro?,
¿Cómo me convenzo que no es cierto?
si cada noche se repite
la historia que compite
que corteja el miedo, y nunca termina.

No hay comentarios: