lunes, 3 de noviembre de 2008

Trabajando, si si, trabajando

Se pasan los minutos y no me mandan los documentos para terminar un maldito power point. Espero, miro tele, escucho música, leo, y ahora escribo.
En este momento tu no me inspiras, ni tampoco el otro o el otro otro, es el simple antojo de escribir y de liberarme, pero ¿de qué?, no lo sé, o fácil sí, me siento cansada, harta de escucharla una y otra vez con la misma letanía. Lo peor es que me sigue jodiendo, es que claro, como no, si escucharla es como una patada en el hígado después de una resaca, o una pisada de dedo gordo con uñero, jajaja, ahora que lo pienso me da risa, ójala riera cada vez que la escucho.

Pero bueno ella no es mi punto y tampoco me atrae que lo sea. Es en estos momentos en que me sorprende como una persona pudo generar en mí el gusto por escribir cada cosa que pase por mi mente, y estoy hablando de un profesor- osea una inspiración académica, para evitar falsas interpretaciones-, jajaja, y así me encuentro en esta situación, prefiero escribir incoherencias antes que seguir con una exposición de fundamentos de la información.

Ya me llegó un mail más, es un documento, a seguir con la expo. Y ahora me pregunto qué estará haciendo él - si ya volé otra vez, se nota que me importa el trabajo - pero para variar la maldita timidez impera y no le hablo, es que tampoco hay mucho de que. Sólo a mí se me ocurre gustarme alguien casi desconocido para mí, ahora me corono de loca, jajaja, es que no puedo con mi genio.

A ver Fátima, concéntrate aunque la panza te ruja y quieras vacaciones. El teléfono suena, no puedo evitarlo tengo que contestar, y me pongo a conversar.
Puta madre!!! apagon, algo más puede distraer mas mi noche??

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