¿Solo un año más?

El final se acerca y yo soy una de sus protagonistas; es una función de la que no puedo huir. Quisiera estar en una isla lejana o en la cuidad de mis sueños, simplemente vagando con un café en la mano; caminando al ritmo de las sombras que me siguen o yo estoy siguiendo o tal vez nos estamos acompañando.

Ver el más lindo de los atardeceres en febrero desde el balcón del claustro. Reirme a carcajadas mientras juego Killer en el piso de una casa que no es mi hogar, pero en algun momento albergó a individuos que hoy son como mi familia. Volver a sentir nervios antes de conocer a quienes se encargaron de hacer este año tan bonito y especial. Estar sentada otra vez en ese jardín y contarte todo lo que sentía sin miedo de ponerme a llorar. Reir y hablar incoherencias sentadas en el piso del E, planeando la productora y los cortos.
Todo esto en mi mente lo intento revivir.

Y doy un salto hasta el primer día de este año. Volviste a aparecer. Este año empezó con un beso mientras no podía despegarme de tus ojos. Los minutos se volvieron más largos y el corazón no podía latir más fuerte. Respondí con una negativa, todo era muy lindo y tenía miedo, para que negarlo. Y así hasta abril no estuve tranquila y esperé. El 11 la verdad salió a la luz y la razón imperó. A pesar del recuerdo y la recreación del mismo, nos bajamos de la nube.

Luego el tiempo y demás llenaron espacios y capturaban mi atención. Cumplí 19 y después de eso el año avanzó de forma acelerada. Viví, lloré, escuche y reí sin limite y razón. Fui feliz y me sentí triste; era muy capaz y también me frustré. Me caí y tu mano me encontró. Me desvelé como nunca y seguí siendo dormilona como siempre. Exploté mi imaginación y adopté un vicio absurdo. Sin él nada de lo que aqui lees estaría, fue el despertar de algo oculto y reservado. Ahora es libre y descarado; público y expresivo. Es perfecto.

Aun falta un último tramo, uno nunca sabe que puede pasar, todo puede ser sorpresivo como el inicio de este año. Solo hay que seguir, enfrentar y sonreir.