Intento no pensarlo,
pero tu descaro es demasiado;
quisiera no creerlo,
pero tu no dejas de mostarlo;
Crees que no lo veo,
pero el engaño siempre se descubre.
Por ahora a mi ya no me perteneces,
y creo que nunca lo hiciste;
ojalá que con ella tu retórica hayas cambiado
y no descubra algún día
que tus dulces mentiras también
se las has recitado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario