martes, 14 de diciembre de 2010

De alta

Con músculos tensos, posando las manos sobre la tierra fría
en la sombra de la lluvia de estrellas,
en su tronco la madera cuarteada aun conservaba
el fruto de los días, de las emociones de los años.


Sin saber se volvió a encontrar,
fijando la mirada se perdió,
sin nisiquiera pensarlo...
ella sintió.

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