sábado, 25 de julio de 2009

Ya no

Corren y se dispersan las ideas por la mente
ya no siente dolores ni fatigas
las penas piensa que acabaron, siempre miente
entregando palabras perdidas

Entre las falanges de la noche
nace de los ojos el sueño
hundido entre reproches
por quienes se creen su dueño

Solo queda el sabor de los labios
el reflejo de las cenizas
de las que nos advirtieron los sabios
entre revelaciones y premisas

Sin más que en estas horas pensar
con solo estrellas contemplar,
dibujo tu nombre entre ellas
como si pudiera encontrar la señal

El designio de lo desconocido
de las esperanzas perdidas
que nunca le han pertenencido
a estas almas dormidas

Entre ángeles que aguardan
ninguna partida, ninguna llegada,
solo la estadía resguardan
de la agonía de la nada.

La luz en la habitación se ha apagado
no hay testigo ni acusado
de aquello que pudo haber pasado
antes que siquiera hayas llegado

La puerta se abrió
y calló un torrente
el tacto no miente
el pasado murió

De rojo llegó, impregnando los dedos
entre los arcos y el hojal se dispersa
en sus oidos su voz solo versa
la verdad del hecho, la razón de los deseos.

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